samedi, juillet 01, 2006

Y LOS AUTORES SE HICIERON PERSONAJES

Me gustaría por comenzar a contarles historias, historias cotidianas de personajes de la calle, del piso de arriba o el de abajo, del vecino de enfrente o la vecina necia. Maestros, estudiantes, comerciantes, artistas, albañiles, estilistas, diseñadores, pintores, taxistas, transportistas, licenciados, arquitectos, físicos, ingenieros, médicos, escritores, mecánicos, gente normal.

Historias preciosas, pequeñas grandes historias de amor, narradas día a día, entre plato y plato, de madrugada y al anochecer. Son historias de amistad, de silencios, de miradas intensas en busca de una razón. Son historias repetidas, de preguntas, incertidumbres, desconocimiento y miedo. Miedo a no saber qué pasará. Miedo a no saber qué hacer ni qué decir. Miedo a no hacer bien las cosas. Son la enciclopedia misma de la vida, repleta de los sentimientos más dispares que podamos imaginar: comedidos, mudos, revueltos, amalgamados, a punto de estallar y hacerse añicos.

Son historias de aprendizaje, cancioneros populares, cuentos de pucheros y cacerolas, cuentos de solemnes atardeceres. Son historias de personajes despistados, olvidadizos, que lo sabían todo y ahora saben menos, que se han perdido en medio de tanto trajín, que "no tienen cabeza", pero sí corazón. Historias entre bastidores, disimuladas, en voz baja, escurridizas, de intriga, que encuentran en el médico la razón de ser contadas, buscando cómo arreglar tan gran apagón de ideas.

¡Qué más da el final de la historia! Lo que importa es escucharla de nuevo, una y otra vez, con versión adaptada de los años veinte, treinta o cuarenta, en blanco y negro o coloreada.

Lo importante de cada historia es vivirla, lo maravilloso es amarla como es hoy y no como fue escrita.

Y es asi que los autores se hicieron personajes, dejando el laberinto de la sinrazón y el del olvido dejando al infinito sin señalizaciones de tráfico, largo camino que no puede hacerse nunca en solitario.

Por eso escibimos, para contarlo. Para luego vivirlo y terminar amando.